Edición del 06 de Abril de 2014
En 1951, en su discurso de despedida de su carrera militar, el general Douglas MacArthur recordó "una vieja balada cuartelera" ante el Congreso de Estados Unidos: "Los viejos soldados nunca mueren... solo se esfuman en el tiempo (fade away)".
Todavía no se cumple un año desde la elección de Nicolás Maduro como sucesor de Hugo Chávez. Pero el peso del legado del carismático líder de la revolución bolivariana ha sido superior a sus capacidades.
No es precisamente un record de Guinness, pero dudo que haya registro de algo parecido a lo que se vio en la TV el miércoles pasado: de regreso a la cárcel de Iquique, algunas reclusas fueron recibidas con sonrisas.
Ahora es posible reinstalar como sociedad las dos iniciativas parlamentarias que permiten modificar el Código de Justicia Militar para imponer las penas de degradación del rango militar y términos de beneficios sociales y previsionales a los uniformados que están o sean condenados por delitos de lesa humanidad
Recuerdo que cuando entraba a su oficina en la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales, era todo neblina, solo humo y no lograba encontrar al director hasta que escuchaba su grave voz que me invitaba a tomar asiento.
Historias cortas para el registro.
Tal y como fueron dichas...
La escena es típica, uno se sube al metro y ve a muchos jóvenes (y otros no tanto) ensimismados en sus celulares o tablets, leyendo, jugando o chateando.