Edición del 1º de Noviembre de 2015
Nací en los aledaños de la iglesia de San Miguel.
Virginia y Enrique, mis padres, vivieron en esa comuna en sus primeros años de matrimonio.
¿Es posible pensar que los dueños de dos empresas ignoran un acuerdo entre ellas para fijar precios y establecer cuotas de producción durante más de diez años? Hasta un niño diría que eso es una payasada.