La pasión de todos los días

Columnista invitado: Enrique Ramírez Capello
Periodista

Está escrito en fuego. “Lo único que justifica la ausencia del periodista de la eterna cita con las noticia es el certificado de defunción”. Era bella y tenaz; culta y sensible; desburocratizada y valiente. Lenka Franulic es un nombre que no se desdibuja en el tránsito del periodismo. De pronto entrevistaba a un escritor extranjero. Otra mañana traducía a los mejores autores contemporáneos. Y una noche compartía la bohemia en el mítico Il Bosco.

El Colegio de Periodistas de Chile conmemora 50 años. Ella es uno de los símbolos, a riesgo de exclusiones injustas. Otro: Luis Hernández Parker, cumbre de los redactores políticos de todos los tiempos. Mesurado, apelaba a su documentación, no a la espontaneidad irresponsable. A mediodía, millares de auditores escuchaban sus comentarios radiales: documentados, originales, confiables. Murió cuando las ideologías se trizaron y los poderes del Estado perdieron su vigorosa autonomía. El mando imperativo le arrebató a los protagonistas de sus crónicas. Su familia donó hace dos semanas sus originales a la Biblioteca Nacional. Entre la multitud de artículos, destaca el que pergeñó cuando murió Tito Mundt. Atrevido, delirante, imprevisible. Chispeante y sin sosiego. Unidos por la devoción desenfrenada. Refugiado en su sombrero alón, siempre con un cigarrillo a medio caer, embrujante y amenazador frente a la máquina Underwood. Imparable cuando tomaba un micrófono. Oficialmente se evocó a Juan Emilio Pacull, promotor de iniciativas profesionales y gremiales.

Y en el camino que hollaron los grandes, un aplauso unánime para Alberto “Gato” Gamboa. Pícaro en los titulares, hábil en la búsqueda de noticias, insaciable tras el rastro de los prepotentes. Conductor de “Clarín”, el diario popular. Perseguido por su amor a las páginas de denuncia, fue enclaustrado en Chacabuco. Amarrado por la censura, volvió por el campo algo híbrido del deporte. No se esconde en una hamaca y desconoce un vocablo: jubilación.

En la reunión de aniversario el colega Guillermo Sandoval rescató la dignidad ética y proclamó la independencia entre periodismo y publicidad. Alejandro Guillier -presidente del Colegio- rescató la herencia de los pioneros, alentó a los universitarios y demandó reformas que acentúen la libertad. La Presidenta, Michelle Bachelet, respaldó las reformas que garanticen distribución equitativa de la publicidad, fomento de los medios regionales y mayor libertad. Así sea.

Publicado en La Nación, julio de 2006

Volver al Índice