Invitado: Grupo humanista cristiano llama a votar por la ex ministra

Sebastián Piñera, argumentando que él votó que No en los plebiscitos de 1980 y 1988, ha buscado insistentemente el apoyo de los humanistas cristianos. No obstante, sus actuales socios políticos fueron cómplices y encubridores de los victimarios”.

Un amplio grupo de personas y figuras públicas que han representado históricamente en Chile las tesis y posiciones del humanismo cristiano emitieron una declaración en la cual adhieren a la postulación presidencial de Michelle Bachelet como un hilo de continuidad con lo que ha sido la trayectoria de la Concertación en la lucha por la democracia. En el texto se recuerda que “el humanismo cristiano es una profunda corriente de pensamiento y acción, de carácter ético e intelectual, que se inspira en el testimonio de Cristo en su mensaje del Nuevo Testamento” y se plantea que una fuente de la corriente deriva de las encíclicas sociales, que “motivaron a miles de hombres y mujeres a tratar de construir en el mundo y en Chile una sociedad fundada en los valores evangélicos”.

En Chile en la década del ’30, jóvenes como Eduardo Frei Montalva, Bernardo Leighton, Rafael Agustín Gumucio, Manuel Garretón, Radomiro Tomic, Ignacio Palma, Tomás Reyes y muchos más propusieron un nuevo proyecto político -desde la Juventud Conservadora- que dio vida a la Falange Nacional y posteriormente a la Democracia Cristiana. El nuevo referente se caracterizó por ser pluralista y no confesional. Uno de sus más connotados ideólogos, Jaime Castillo Velasco, fue agnóstico durante gran parte de su vida”, agregaron los suscriptores, quienes también subrayaron que el episcopado recientemente aclaró que el humanismo cristiano “no es propiedad de nadie en particular”. “Es un patrimonio común del que ninguna persona o grupo puede apropiarse en forma exclusiva ni menos oportunista, de acuerdo a las circunstancias y conveniencias”, sostienen.

Plantean también los convocantes que “en la dictadura, los humanistas cristianos no callaron contra la arbitrariedad y el crimen institucionalizados. Algunos fueron asesinados, o los hicieron desaparecer; otros sufrieron atentados, fueron exiliados, relegados y perseguidos (…) En esos años, los humanistas cristianos no estaban colaborando con la dictadura”.

Agregan que “el candidato único de la derecha, Sebastián Piñera, argumentando que él votó que No en los plebiscitos de 1980 y 1988, ha buscado insistentemente el apoyo de los humanistas cristianos. No obstante, sus actuales socios políticos fueron cómplices y encubridores de los victimarios, o al menos guardaron silencio, cuando era imprescindible defender la vida y la libertad”.

Para los suscriptores, “los chilenos tenemos ante nosotros una gran tarea. El país está en condiciones de dar un nuevo salto histórico. Debe elegir a una persona que pueda convocar a todos los chilenos, sin exclusiones, a construir un espacio común, un lugar de todos y para todos: una patria para todos”.

Entre las decenas de firmantes del manifiesto están el senador Mariano Ruiz-Esquide, el ex presidente de la DC Renán Fuentealba, Belisario Velasco, Claudio Huepe, Ignacio Balbontín, Florencio Ceballos, Jorge Donoso, Marco Antonio Rocca, Edgardo Riveros, Emilio Soria, Osvaldo Artaza Barrios, Rafael Asenjo, Andrés Aylwin, Graciela Bórquez, Humberto Burotto, Francisco Javier Celedón, Maximiliano Cox, Raúl Donckaster, Patricio Dooner, Juan Guillermo Espinosa, Manuel Fábrega, Sergio Fernández Aguayo, Rodolfo Fortunatti, Jaime Hales Dib, Sergio Henríquez, Pablo Jaeger, Antonio Lara, Ignacio Larraechea, Víctor Maldonado, Carlos Eduardo Mena, María Olivia Monckeberg, Sylvia Musalem, Andrés Palma Irarrázaval, Gustavo Rayo, Sybill Rogers, Wilna Saavedra, Jacqueline Saintard, Abraham Santibáñez, Eliana Santibáñez, Tonci Tomic, Gonzalo Wielandt y Marcelo Zapata.

Publicado en La Nación, viernes 13 de enero de 2006

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