Años de revoluciones

Pocos ejercicios hay más fascinantes que imaginar lo que habría ocurrido “si…”. Hace años, en estados Unidos, la opinión pública sufrió un sacudón de proporciones cuando un autor trató de responder lo que habría pasado “si el Sur hubiera ganado la Guerra (de Secesión)”. Para tranquilidad de todos, afirmaba, al cabo de un siglo, es decir hacia 1960, los Estados Unidos se habrían reunificado, eligiendo presidente a un joven senador demócrata: John F. Kennedy.

Menos audaz, pero igualmente inquietante es hacer un ejercicio de recuerdo y de proyección en torno a lo ocurrido en Chile en la década entre 1964 y 1973.

Por más de un cuarto de siglo, la historia del 11 de septiembre de 1973 y sus causas han producido una avalancha constante de materiales escritos y audiovisuales. Y la corriente no termina. Según escribe Arturo Fontaine Aldunate. “el tiempo transcurrido no da (todavía) la perspectiva suficiente para un trabajo propiamente histórico de la época y no sería el autor el llamado a realizarlo”. Ofrece, en subsidio, “una crónica” de 224 páginas titulada”Chile 1964-1973: Todos querían la Revolución”.

Es, según Fontaine, ex director de El Mercurio, ex embajador en Buenos Aires, un texto “dirigido especialmente a los que empezaron a vivir después de ese tiempo y a los muchos sobrevivientes de entonces, que han olvidado algo de lo ocurrido en Chile cuando ellos eran jóvenes o empezaban a convertirse en adultos o a ganar las primeras canas”.

El autor cumple ciertamente con su oferta. Y lo hace, obviamente, en su perspectiva permanente: la de un analista tradicional, que por algo fue director de El Mercurio y también por algo tuvo una buena relación con el general Pinochet. Debe dejarse constancia, sin embargo que, igual como otros personajes ideológicamente afines en lo político y en lo económico, ha sido siempre un defensor de la libertad de expresión, lo que hasta ahora hace con tenacidad como presidente del Consejo de Etica de los Medios de Comunicación.

La tesis fundamental de esta “crónica” suya es que lo que pasó en Chile en esos años fue como un tsunami que se originó en estremecimientos producidos a gran distancia de nuestras costas:

A lo largo del texto, que finaliza con la descripción del momento, en la madrugada del 11 de septiembre de 1973 en que se empieza a dibujar en el horizonte el perfil de los buques de guerra que regresan a Valparaíso, Fontaine describe cuatro revoluciones: las de Fidel Castro, de John Kennedy, de Eduardo Frei Montalva y de Salvador Allende. En sus palabras, lo ocurrido en ese tiempo es como un drama clásico que inevitablemente –al sumarse acontecimientos, arrebatos románticos, pasiones políticas y debilidades presidenciales- no podía tener otro fin que el que tuvo. Y cita, en su apoyo, las recientes palabras del arzobispo de Santiago, Mons. Francisco Javier Errázuriz, quien ha confidenciado el temor explícito del Cardenal Silva Henríquez ante la imposibilidad de llegar a acuerdos en el diálogo entre gobierno y oposición en 1973.

Para usar un lugar común: esta es, a fin de cuentas, la crónica –revisada a la luz de nuevos testimonios- de una crisis largamente anunciada.

A.S.

Viernes, octubre 29, 1999