Editorial:

El Ejército y la universidad

Santiago, 5 de Junio de 2005

De una alianza entre el Ejército y las universidades sólo cabe esperar buenos frutos para los dos asociados. ¿Por qué entonces parece haber surgido una polémica en los últimos días sobre este tema?

Mi planteamiento es que, probablemente, la discrepancia se origina en los objetivos propuestos. Si uno limita el alcance de un acuerdo a una mejoría de los conocimientos de los estudiantes -sean civiles o cadetes-, se olvida de que la universidad es mucho más que eso. Es, por de pronto, como la llamó lúcidamente el ex Presidente Eduardo Frei Montalva, la "conciencia crítica de la nación". Es decir, debe ser un lugar de reflexión, que forme hombres libres, con capacidad de discernimiento, con iniciativa y los conocimientos para fundamentar sus decisiones.

Aquí reside, a mi juicio, la verdadera modernización de las Fuerzas Armadas: en su capacidad de cambiar la mentalidad tradicional de obediencia ciega porque así eran las guerras en el pasado, por la capacidad de manejar equipos complejos, de alta tecnología y elevado costo y aprovecharlos inteligentemente.

Aunque sea doloroso, es necesario volver al ejemplo de lo que ocurrió en Antuco. Cuando se dice que allí faltó criterio, se está diciendo que no hubo capacidad en los responsables para tomar dos medidas elementales antes de pensar siquiera en cuestionar la orden de marchar: mirar los pronósticos del tiempo y consultar con los lugareños, incluidos los propios conscriptos.

¿Qué hubiera pasado si se da contraorden y no hay tal temporal? ¿Significa eso que habría que castigar "por cobardía" a quien lo decidió?

Ciertamente no. En un ejercicio, aunque se exija el máximo realismo, hay siempre un límite: el respeto a la vida humana. Es inaceptable correr riesgos innecesarios con el argumento de que en la guerra no se puede andar con contemplaciones.

Esta capacidad de reflexión, junto con el conocimiento de lo bueno, lo bello y lo verdadero, como se ha definido el objetivo de la universidad, debería ser el fruto de una alianza que confiamos en que se mantenga y refuerce.

Abraham Santibáñez

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