Edición del 21 de Febrero de 2010
Tiene entusiastas partidarios y tenaces enemigos. Intensamente mediático, hay algo en él que no resulta simpático.
Cecilia Morel no ha rechazado el título (no oficial) de Primera Dama, pero cree que se trata de un rol que "está cada vez más anacrónico a través del tiempo. No quisiera limitarme a lo protocolar de acompañar a Sebastián", dijo a la radio de la Universidad de Chile.