La protesta mundial de los camioneros

Las dificultades del gobierno para lograr un acuerdo con los camioneros dejan varias enseñanzas. Una es la creciente dificultad que tenemos los chilenos para negociar En la mayoría de los conflictos quienes hacen peticiones anuncian, automáticamente, que están dispuestos a llegar “hasta las últimas consecuencias”.

La otra lección es, por si alguien lo había olvidado, que el precio del petróleo ha llegado a niveles exasperantes. Y seguirá subiendo.

En todo el mundo, desde mediados de mayo, el gremio de camioneros ha repetido las protestas, tomas y bloqueos de caminos y otras manifestaciones. Chile no podía ser la excepción. En un país en que la farándula ya llegó –al ritmo del koala- al Congreso, los adherentes al paro tuvieron hasta un show animado con vedettes ligeras de indumentaria.

Los camioneros, con atisbos de disidencias internas y todo, redescubrieron su fortaleza. José Egido, el rebelde de la Quinta Región que obligó a prolongar el movimiento más allá de las 48 horas programas inicialmente, aceptó el acuerdo Pero no dejó dudas: "No nos va a costar nada volver a las movilizaciones si algo de lo prometido no se cumple".

En el recuento de lo ocurrido en este año en el mundo, los camioneros chilenos figuran entre quienes han ganado la batalla. Pero la guerra es global. A fines de mayo estaban movilizados miles de transportistas en Europa, América y otros continentes. Su queja es siempre la misma: el alza del precio del combustible y su solución, parecida a la chilena: que se bajen los impuestos específicos. En el caso de Francia, el propio Presidente Sarkozy estuvo de acuerdo (propuso en Varsovia “un techo para el IVA sobre los productos petroleros”), pero la Unión Europea no le dio facilidades.

Los británicos también se rebelaron. La misma petición de rebaja de los impuestos se ha hecho en Holanda, mientras que en España la huelga ya produjo cuantiosos daños e incluso muertos.

En América Latina, todos los países –excepto Venezuela y Ecuador- han sufrido el impacto del alza. En Argentina, el panorama para la Presidenta Cristina Fernández se ha hecho más complejo. ¿Razón? Los agricultores protestan por los impuestos a las exportaciones y los camioneros hacen difícil cualquier arreglo eventual.

Esta ola mundial de protestas incluye africanos (Costa de Marfil, país donde ya hubo incidentes con muertos) y asiáticos (Indonesia anunció un aumento del 30 por ciento en los precios internos, luego que perdiera su calidad de exportador). Pero la pregunta de fondo sigue sin respuesta: ¿Qué hay detrás de esta irrefrenable tendencia?

Debido a que no han aumentado los costos y a que no hay una crisis de abastecimiento, la explicación más simple es que se trata de pura especulación.

Tal vez los camioneros deberían descargar su ira contra quienes están aprovechando, a lo largo y ancho del mundo- la sed de petróleo para fortalecer su propio bolsillo.

A. S.
Publicado en el diario El Sur de Concepción y La Prensa Austral de Punta Arenas en Junio de 2008

Volver al Índice