Altos y bajos del Barómetro

Parece una afirmación sacada del Manual de Periodismo de Perogrullo, pero quienes mejor pueden saberlo –editores y periodistas en actividad en todo Chile- lo aseguraron sin reservas: la mejor manera de obtener una noticia es una entrevista “en vivo y en directo” con una fuente responsable, que no se escude en el “off the record”. La consulta, realizada por un equipo de la Universidad Diego Portales en conjunto con el Instituto de la Prensa, apuntaba a establecer los niveles de acceso a la información en la realidad nacional. Pero, además, puso en evidencia el papel negativo de las empresas asesoras que muchas veces –a juicio de los consultados- dificultan más que facilitan información. Y, como punto muy oscuro, este grupo de profesionales hizo ver su malestar por la reiterada costumbre de quienes tienen información, a darla solamente en condiciones de anonimato.

En una sociedad democrática, tal como dice la Ley de Prensa actualmente vigente, “se reconoce a las personas el derecho a ser informadas sobre los hechos de interés general”. Esto implica que las instituciones –públicas y privadas- que tienen información, deben entregarla de manera confiable y oportuna.

¿Cuál es la realidad?

Respuesta: De dulce y de agraz, según 157 periodistas y editores de todo Chile que respondieron una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones de Periodismo y Publicidad de la U. Diego Portales en junio pasado.

El “Barómetro de Acceso a la Información: la opinión de editores y periodistas”, como se bautizó el estudio, midió las percepciones periodísticas de todo el país acerca de 34 instituciones..

El resultado es concluyente. El Banco Central lidera el ranking como la institución que tiene la mejor disposición para entregar información y lo hace de manera más oportuna y más confiable.

En el extremo opuesto, el Poder Judicial (Corte Suprema y Tribunales) recibe el reproche mayor en todos los aspectos: menor disposición, menor sentido de la oportunidad, menor confiabilidad.

Hay algunas precisiones que añadir. No todas las instituciones exhiben un comportamiento parejo en los tres índices medidos. Prontitud, por ejemplo, no siempre va de la mano con confiabilidad. De todos modos, un eje de la medición podría definirse por las facilidades de acceso. Aquí los resultados son demoledores para los Tribunales: “el 76 por ciento de los entrevistados cree que las dificultades que tiene la prensa para acceder a información son mayores en el Poder Judicial”. Le siguen “las grandes empresas privadas” (71 por ciento) y las Fuerzas Armadas (64 por ciento). En el otro extremo, en cambio, editores y periodistas dijeron que donde encuentran menos dificultades para acceder a la información es el en Gobierno, el Poder Legislativo y los Partidos Políticos. Pero, sintomáticamente, quienes responden con más rapidez –los partidos- no siempre son los más confiables.

Las “grandes empresas” mencionadas, que incluyen a Endesa, Metrogas y Telefónica CTC, están obligadas a dar a conocer públicamente sus estados financieros en forma periódica. Pero, al parecer, la queja no se refiere a este punto, sino a su poca disponibilidad para recibir a los periodistas cuando hay emergencias como cortes de servicios o denuncias acerca de cobros que se consideran indebidos.

Todo lo cual, en buenas cuentas, significa que el verdadero servicio periodístico requiere que siempre se pueda llegar “leal, veraz y oportunamente” a la fuente de la noticia. En esto, es evidente que queda mucho paño por cortar todavía.

Publicado en el diario El Sur de Concepción el 2 de Agosto de 2004

Volver al Índice