El antecesor de Bin Laden

Abu Nidal, el dirigente palestino muerto esta semana en Bagdad, fue en los años 80 el equivalente a lo que es hoy Osama bin Laden, el prototipo del terrorista internacional. Según señaló la BBC de Londres, el grupo Fatah (Consejo Revolucionario) de Nidal, "era considerado por muchos países como la organización terrorista más temible". Más tarde, la desplazaron de ese poco envidiable sitial Al Qaeda y Bin Laden.

Un vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, caracterizó a Nidal (su verdadero nombre era Sabri Al Bana) como "uno de los peores terroristas" de la historia, "responsable de la muerte de por lo menos 900 personas en 20 países". Bin Laden, al cual se atribuyen los atentados del 11 de septiembre pasado contra las Torres Gemelas y el Pentágono, sería responsable sólo ese día de casi cuatro mil víctimas fatales.

Nidal, más que operaciones en gran escala, como las de Bin Laden, se especializó en operaciones selectivas: por ejemplo, el ataque contra los mesones de despacho del aeropuerto de Roma, en 1985, que causó 19 muertos y generó una amplia sensación de pánico entre miles de viajeros hacia Israel. O, antes, el asesinato del embajador de Israel en Londres, Shlomo Argov, que habría desencadenado la ofensiva militar contra El Líbano, hasta lograr la salida de Yaser Arafat y los militantes de la Organización de Liberación Palestina en 1982.

Desde que Fatah (Consejo Revolucionario) rompió con Arafat en los años 70, apuntó sus acciones terroristas no sólo contra objetivos judíos o norteamericanos, sino también contra árabes moderados. Igualmente, según una versión de "The New York Times", Abu Nidal habría actuado bajo contrato al servicio de otros regímenes para cometer asesinatos selectivos. El diario neoyorquino recordó que "en los más de 25 años en que estuvo en actividad, Abu Nidal trasladó sus cuarteles desde Irak a Siria y Libia, los tres Estados árabes más cercanos al terrorismo internacional. Pero los expertos en inteligencia de Israel lo consideraban un solitario, que evitaba la asociación con cualquier otro grupo terrorista".

Una versión más delirante, dada a conocer en Londres, aseguró que la publicitada ruptura de Nidal con Arafat fue una simple mascarada, que le sirvió al presidente de la Autoridad Palestina para jugar el papel de un moderado, mientras Nidal -de acuerdo con él- actuaba como su brazo terrorista. No es extraño que esta tesis sea la misma de quienes, con Ariel Sharon, no han creído nunca en las ofertas de paz de los palestinos, no por lo menos mientras tengan a Arafat como líder.

La sospecha acerca de la autenticidad de la ruptura con Arafat no es la única que ensombreció la noticia de la muerte de Nidal. Cuando trascendió la información, un representante de su organización formuló un desmentido en Beirut, asegurando que no era "la primera vez que los servicios secretos enemigos propagan estos rumores para ocultar acuerdos traidores en la escena palestina", en una aparente alusión al acuerdo para el retiro de Israel de Belén y Gaza. "Abu Nidal está bien de salud", agregó la nota.

Después, cuando se supo que efectivamente estaba muerto, chocaron las versiones oficiales, de Irak, que sostuvo que se había suicidado cuando iba a ser detenido por los servicios secretos, y la de los propios palestinos, que dijeron que había sido asesinado. Lo menos que se puede decir de la versión oficial es que está llena de vacíos y contradicciones, ya que se le habría permitido cambiarse de ropa antes de que se suicidara... lo que ocurrió con más de una bala.

Hay quienes creen que el suicidio no se aviene con la personalidad de Abu Nidal. Otros aseguran, simplemente, que fue muerto por quienes temían sus revelaciones... amigos o enemigos.

Publicado en el diario El Sur de Concepción el sábado 24 de agosto de 2002

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