Cuatro revistas en cuatro libros: ¿Recuerdos del pasado?

La literatura sobre periodismo y comunicación sobrevive en Chile en medio de una permanente sequía. Pero, igual que el desierto nortino, florece de tiempo en tiempo.

En los últimos meses aparecieron dos libros recomendables: “Historia de la revista Apsi” y “Plan B: una revista que remeció la prensa chilena”. (Ambos editados por LOM, colección Nuevo Periodismo, 2007) A ellos habría que agregar el re-lanzamiento –en enero pasado en San Antonio- de “Hoy, 1.108 ediciones con historia” (Ediciones Copygraph, 2001). En las últimas semanas, adicionalmente, empezó a circular el primer tomo (1951-1962) de “Mensaje, los sabores de la historia” (Ediciones revista Mensaje, 2008).

Todos estos libros comparten la mirada afectuosa a cada una de las publicaciones mencionadas. Se diferencian, sin embargo, en sus objetivos y, por supuesto, en lo que cada revista representa o representó.

La más antigua y que subsiste hasta hoy, es Mensaje. Miguel Enrique Ramírez Leiva, uno de los compiladores de los textos que ahora se publican, explica que su propósito es “que se puedan leer los párrafos de los artículos más significativos de esta revista a través de libros que lleguen no solo a los lectores de Mensaje sino a toda persona que tenga interés por nuestro reciente pasado histórico”.

De los libros mencionados, el primero en el tiempo es una crónica de la historia de Hoy. Originalmente fue la tesis con la cual optaron al grado de licenciadas en Comunicación las periodistas Paula Mobarec y Dominique Spiniak. Realizado con rigor, entrega una visión amena de la vida, pasión y muerte de este semanario nacido en 1977. Tras la venta de la vieja revista Ercilla a un grupo económico simpatizante de la dictadura, sus periodistas lograron echar a andar una nueva publicación que representaba un ideal de independencia y libertad de expresión.

Aunque se cerró antes que Hoy, Apsi fue su contemporánea en los años oscuros de la dictadura. Tuvieron muchas similitudes y algunas marcadas diferencias, en especial el humor irreverente de Apsi, preludio de lo que, paradojalmente, años más tarde sustentaría el éxito de The Clinic. Pero es también una historia triste, ya que no logró sobrevivir a los cambios que siguieron al retorno a la democracia. Francisca Araya, autora del libro, explica que “la verdad que se presenta se sostiene básicamente en 30 entrevistas… (por lo que) advertimos al lector que la principal fuente de esta investigación es la memoria”. Ello, felizmente, no le resta interés ni la hace menos rigurosa.

Plan B tiene una historia diferente y también muchas coincidencias con todos estos medios. El 14 de agosto de 2003 salió a la calle como una expresión de desafío a los límites impuestos en democracia al trabajo de un grupo de periodistas de La Nación Domingo.

Con pocos recursos, su vida solo duró hasta el 17 de enero de 2005. Marcada por su permanente irreverencia, Plan B debía ser la demostración de que la censura del régimen militar ya estaba definitivamente extinguida. Pero no fue así. Al contrario, “puso a prueba la escasa cultura de la tolerancia y el déficit de libertad de expresión en el Chile actual”, según señala Faride Zerán. La directora del Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile sintetiza así la historia que cuenta el académico Cristián Cabalín.

Salvo Mensaje, que comparte parecidos afanes de libertad, denuncia y testimonio, ninguna de estas revistas logró perdurar en un mercado difícil. Se han dado diversas razones para explicar lo ocurrido. Se ha denunciado la falta de apoyo de los gobiernos democráticos a partir de 1990. Pero también, como planteó crudamente en “Chile inédito” el periodista norteamericano Ken Dermotta, no se pueden ignorar las falencias de tipo administrativo y de organización de cada una de ellas.

Como fuere, en todas estas publicaciones –y eso se palpa categóricamente en estos cuatro libros- se plasmaron ideales, se encendió “una luz de esperanza”, como dijo muchas veces Emilio Filippi, primer director de Hoy, y quedó constancia de hechos que de otra manera no se habrían conocido en días de persecución, temor y mucha autocensura.

Abraham Santibáñez
(Director de Hoy entre 1986 y 1990).

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