Prueba de amor

La víctima olvidada –descuidada, por lo menos- de las tensiones que se viven en el norte de América del Sur es, sin duda, Ingrid Betancourt. Tras de la entrega “en gotera” de rehenes, el sentimiento generalizado sigue siendo de frustración. "…No debemos olvidar a los centenares de civiles que continúan secuestrados en toda Colombia", resumió Susan Lee, directora del Programa de América de Amnistía Internacional.

El caso más dramático sigue siendo el de la ex congresista y ex candidata presidencial. De manera coincidente, sus compañeros recién liberados y ella misma, en un mensaje personal a su marido, interceptado por las fuerzas del gobierno hace un par de meses, informaron de su crítico estado de salud.

En carta a Juan Carlos Leconte, su marido, afirma: "No tengo ganas de nada y creo que esto último es lo único que está bien: no tener ganas de nada". Concluye: "Siento que la vida de mis niños está en stand-by, esperando a que yo salga y su sufrimiento diario hace que la muerte me parezca una opción dulce".

Por ahora, en medio del enconado intercambio de dimes y diretes entre colombianos, por una parte, y ecuatorianos y venezolanos, por otra, cualquier posibilidad de cambio en la situación parece muy remota.

Además de Ingrid Betancourt, siguen cautivos los integrantes –hay casi 40 militares- del grupo definido como canjeable. En el confuso escenario colombiano, se debe considerar igualmente la existencia de varios centenares de otros rehenes, secuestrados por variadas razones, principalmente por el pago de un rescate..

Están, literalmente, entre dos fuegos: el gobierno colombiano y la guerrilla.

"Las FARC y el gobierno continúan en los llamados inamovibles frente a un intercambio humanitario. Mientras la guerrilla volvió a pedir el despeje (desmilitarización) de dos municipios para discutir un intercambio humanitario, el gobierno volvió a decir que no", dijo Carlos Gaviria, presidente del opositor Polo Democrático Alternativo.

Hay que hacer algo por salvarlos. Vamos a trabajar en una serie de acciones" para sensibilizar a la opinión pública y "presionar a las partes para que entiendan que la solución es política", afirmó el ex congresista Luis Eladio Pérez. Según él, sería "absurdo pensar en la posibilidad de un rescate militar" y si el Presidente colombiano insiste en esta vía "va a recibir 40 o 50 cadáveres"

Pese a sus temores y dolores, Juan Carlos Leconte todavía tiene esperanzas. Aseguró a la agencia Noticias Cuatro que confía en el reencuentro. Aseguró que, tras seis años de separación, su amor sigue vivo como demuestra una línea de las cartas que recibió en noviembre pasado: "Yo te amo como aquella noche estrellada en la Polinesia" (durante su luna de miel).

Podría creerse que sigue siendo cierto aquello de que “el amor es más fuerte”. Pero evidentemente no resulta fácil creerlo.

Publicado en el diario El Sur de Concepción y La Prensa Austral de Punta Arenas, Marzo de 2008

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